Desde hace unos años, existe una creciente inquietud acerca de cómo mejorar la productividad del negocio y el rendimiento de los empleados a partir de políticas de RRHH sistemáticas y periódicas.
Uno de estos procesos es la gestión y evaluación del desempeño, una actividad que, realizada con las herramientas adecuadas, permite obtener unos beneficios fundamentales hoy en día, como veremos a lo largo del presente documento.